Brisa que lleva el vento
de turbulentas nubes
silencio de mi aliento
es cuna y alborada de querubes.
Compas y tiempo franco
el lapso es cartapacio
su partitura en blanco
es música perdida en el espacio.
La musa del poeta
despierta su consciencia
sonríe a su faceta
alborada silenciosa videncia.
Destella mi paisaje
al eco del poema
que deja en el mensaje
que el labriego le rinde su zalema.
Naranjas de la tarde
brillante su alborada
El día va cobarde
porque el sol resguarda su llamarada.
tardes de chirimires
alborada de amor,
abrazo de sentires
que arrullan al durmiente chupaflor.
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano