Comenzada la mañana, mil caricias me deleitan,
tu cariño me arrebata, la noción de la tristeza
y tus brazos que me envuelven, engalanan mi belleza.
Nos entibian las miradas, amorosas y entregadas,
y me juras que ante todo, seré siempre tu amada,
no pido más al mundo, que vivir de ti enamorada.
Vuelve ya, la noche altiva. No contempla algun temor,
Es tan cierto este cariño, tan certero es nuestro amor,
Dios bendiga nuestra entrega de ternura y de perdón.