a poeta loco 45
Poeta, alguien te observa,
dice que intentas cambiar al mundo con retórica decrépita;
no se enteró que lo cambiaste a él,
y lo que oye es su craneo abierto por tus ideas.
Algien dice que sufres,
no sabe que tus poemas son espejos.
Poeta miel, poeta oro, poeta madero:
Alguien te quiere cuando extiendes tus manos,
cuando las haces puño, cuando acaricias,
cuando caminas en ellas, cuando las curtes.
Alguien te observa
y hace una diminuta teoría de los confines de tu cosmos
con una linterna de boy scout y una lupa;
concluye que estás ansioso;
cuéntale de tu serenidad al leer un poema,
de la calma con que miras el mar brioso, de la Paz que
tienes surcida al alma con hilos de esperanza;
de la quietud de roca después del sexo,
del sosiego en la contemplación de un niño que sonríe ;
de la tranquilidad con que escribes día a día tu epitafio en verso o prosa;
dile que entre en ti para salir por el humbral de una elegía.
Poeta, alguien te te oye, con hastío,
cantarle a la patria, al hombre, a la pasión…
dedícale una himno y consuélalo con el…
no sabe de patria, de hombre ni de pasión.
Poeta:
escucho el estruendo de tu corazón lastimado
por la justicia arrojada a los chiqueros,
por la libertad inconsolablemente violada,
por la paz espaldas de Dios,
por el sabio que se fue antes que tu ignorancia,
por el profeta que no se equivocó,
por el filósofo que sí,
por el dios que se niega a escucharte,
por la soledad que te lame con su lenga infectada,
por la Verdad inconclusa,
por la irreversible herida de tu tierra,
por el amor inválido, por el miedo, por un poema sin ojos,
por un poema sin un poeta frente a el...
Alguien te observa... dile que vives... que vives para morir en la lengua de alguien más.