Enjuiciado he sido por el corazón robarte
Todas las pruebas apuntaron hacia mí, me sentenciaron culpable,
Y es que hasta yo… asumí que lo soy
Enfrentare mi condena: una tortura sin dolor
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La pena que debo enfrentar es que tú me tortures,
Que con azotes delicados a mi rostro desfigures
Poniendo en él una sonrisa como nunca nadie la había puesto
Tortúrame sin piedad, soy culpable no tengo ningún pretexto,
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Ata mis manos con firmeza tortúrame a caricias
Con suspiros envenenados cáusame la asfixia,
Con besos puntiagudos lastima mi frente y mis mejillas
Tortúrame mi amada y perdona lo masoquista
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Con miradas cortantes arráncame los ojos
Déjame ciego con la luz que abunda en ti a manojos
Hiere mis manos con fuertes besos
Tortúrame para que no salga ileso,
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Dicen que las lágrimas del alma son la sangre
Haciéndome llorar de alegría, Has que la mía se desangre
Siendo lo que eres, tortúrame con tu ser
Arrástrame mis sentimientos, poniéndolos a tus pies
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Asiéndote de mí ahógame en un mar de abrazos
Márcame la piel con los besos que he deseado
Atúrdeme con preciosas y hermosas palabras
Que me debiliten las fuerzas, para que mi corazón abras
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Tortúrame por siempre con besos a distancia
Que envié tu corazón a mí cada vez que lata,
Solo hazlo no importa el método que usares
Pero Cada vez que puedas por favor torturame...