"Puedo hablar de vida y de muerte/ porque ambas cosas ya las conocí./ Morir es vivir sin verte/ y la vida es vivir por ti".
Yo sólo juego amor, lo que tú juegas,
Puedo también negar lo que tú niegas
Y hasta afirmar lo que tú afirmas…
Puedo negar que aún existe el amor
Decir que de los sentimientos es el peor
O que es el mejor, si tú lo confirmas.
Mi risa puede acompañar a tu risa,
Puedo rezar contigo en la misa…
Y hasta llorar si tú de pronto lloras.
Puedo en tu playa ser el bravo mar
O el tiempo que incesante ve pasar
Lo más recordado de tus horas.
Puedo ser un ángel de tu cielo,
El viento que se enreda en tu pelo,
O en tu infierno el mismo demonio,
Ser lo más sublime de tu recuerdo,
El más sensato o el más cuerdo
O el loco más loco de tu manicomio.
Puedo ser la aridez de tu desierto,
Soñar contigo dormido o despierto
Y saber los secretos de tu almohada.
Ser el cantante que deseas escuchar,
El loro que te habla y habla sin parar
O el mudo que no puede decir nada.
Puedo ser la sombra que proyectas,
Alguna de esas ideas tan perfectas
Que a ti en ocasiones se te ocurren…
Parte de las razones que te pervierten,
Ser una de las cosas que te divierten
Y lo mejorcito de las que te aburren.
Puedo en tu vida ser aquel hermoso nexo
Que une al amor divinamente con el sexo
O ser para tus pies la más bella alfombra.
Ser la boca que siempre ansiosa te besa
El asunto personal que más te interesa
Y el poeta que en sus versos te nombra.
Puedo ser el vivo que a vivir te convida,
El muerto que ya ni muerto te olvida
El borracho que sólo quiere beber de ti.
Ser el sueño en el que siempre apareces,
Los brazos abiertos a los que perteneces,
Un tajante no… un emocionado sí.
Yo puedo, te lo juro que sí que puedo,
Ser tu valor o tu más angustioso miedo,
Siempre que tú también quieras ser…
Tan sólo esa condición es la que te pido,
Para ser por siempre tu deseo cumplido
Y decir que como nadie te amo, mujer.