Desperezo largo y fructífero en la siesta,
bienvenida como siempre por mis huesos
relajo mi pie izquierdo sobre el derecho y
sin pudor elongo los brazos al infinito.
Ahora camino, enseguida vuelo y no vuelvo
porque estoy donde nunca estaré
siendo lo que no soy y hablando con
quien no debiera de cosas que no sé...
Es el equilibrio perfecto en la total armonia
soy de todas las naciones y credos
y tengo intacto el poder de la justicia
y creo en todo lo que no existe...
Tomo distancia de lo intangible
y distingo en la profundidad mi cama
el dominio, la calma y la abundancia
Dios si no eres te creo...
Hermosas visiones de los ojos que se cierran
susurros de un viento calmo y viejo
tanto como un susodicho que se relaja
más y más y más de la cuenta...