El gris rostro de la época hiemal,
se cubre de un tinte gris e inefable.
Brota de un proceloso manantial
esta turbia niebla insoportable.
Idos los caminos de rubios trigales,
sepultados los jolgorios del estío.
Sólo el día augura fieros temporales
y la niebla despliega su manto frío.
Obnubilando emociones y sabiduría,
con su tristes gotas tu mente puebla.
Te roba la dulce ternura de la alegría,
y a tu alrededor "sólo hay niebla".