Cuando en las noches pensaba
que ya nada podía hacer
cuando le pedía a la luna
una amiga en quien creer…
Alguien con quien compartir
la alegría de un amanecer, mi sol de cada día
llegaste tú mi vida, mi estrella de noche
un nuevo latir, un palpitar volví a sentir…
Un poema en mi volvió a nacer
un sollozar de alegría a cada noche suspiré
Aquel tormento se esfumó, en calma frente al cielo
bajo nubes desperté y en caricias tú y yo…
Sentados sobre nubes sintiendo una canción
viviendo nuestros sueños escuchando al corazón
protegiendo y abrigando nuestra unión
mi ángel de infinitos besos, mi dulce miel, mi salvación.