Si un dulce beso llegara,
¡oh! el mundo tendría colores de fuego.
Si tus labios aterrizaran en mi boca.
Si tú en dulces sueños cedieras a mis desvelos.
¡Oh! bella de marfil y oro,
tan sólo tu murmullo eleva mis sentidos.
Y son tus cabellos cascadas de brillantes.
¡Oh, si esas luces y ríos llegaran a mi puerto!
¡Ah! dulce encanto de silueta perfecta,
de senos hechos volcanes y de caderas sinuosas.
¿Por qué me castigas con el silencio del universo?
Si yo sólo mendigo, ¡un solo beso!