Alejada de mi costa, del golpeado muelle, que albergo mi infancia,
la nostalgia y los místicos relatos peruanos
han despertado y traducido el ardor de mi sangre.
Pero, que podría decir esta costeña del mundo andino?
Como podría añorar, la brisa del aire, suavizada por las hojas del campo, y el horizonte despejado de grises penumbras.
Mi alma argumenta que ella ha volado a través del tiempo
y de los andes, dentro del cuerpo de mis padres, mis abuelos, mis hermanos…
Hoy al escuchar un jarawi, mi alma sollozada agita mi corazón de nostalgia.