Aún me quede tu recuerdo en mí, cuando me miras y fijes no amarme.
Los días pasan y ninguno decide acercarse, provandonos lo que seria nuestra felicidad.
Estamos solos tu y yo pensando quien cae primero, quien ama más a quien, quien es el más debil.
Bendito sea tu rostro que quita mi suspiro y maldito sea nuestro orgullo que nos quita la seguridad de poder amarnos.