Siempre estarán mis
brazos ciñendo tu figura,
siempre, mis
pensamientos, atados a tu
cordura y mi mórbido ego
calmado con tu
amor…sabiendo que te
amo con inmensa locura.
Quiero estar en tu risa…
alejando tú llanto, quiero
ser la caricia que se
escucha en tu canto y ser
el despertar de tus
mañanas claras.
Quiero vivir en ti como lo
haces en mí alma.
Que fino es el cristal con
que te ven mis ojos, que
limpias es la sonrisa que te
ofrecen mis labios y de
cuanta ternura se han
dotados mis brazos para
dejársela a tu cuerpo al
abrazarlo.
Que rico es el aroma del
verdadero amor. Se me
hace imposible apartarte
de mí y, aunque no haya
razón, en ti sigo pensando;
porque tú eres mi vida y
mi vida eres tú.
PABEDIZ