MalĂș

Caminante del guardapolvo blanco

Caminante, del perfil de aquellos hombres gallardos.

Siempre tan tenaz, siempre esperando de la vida de más…

Pero de repente tus ideales se vuelcan,

Claro, porque eres el único que marcha a la deriva,

Buscando quién sabe que ideales,

Pues no te das a conocer…

Caminante de todos los tiempos no te rindas,

No te rindas, pero ten en mente que eres un hombre noble,

Claro, existió momentos en que debías de mostrarte agresivo.

Agresivo, me pareció, cuando hubo momento que te vi molesto…

Molesto porque aquella preciosa flor…

Aquella linda, no dejaba que la cuidarás,

Cabe pensar que si, tus delicadas manos hubieran cuidado de ella,

La vida de esa princesa y de muchas y muchos más, tendría la visión que uno aspiraría   

Caminante de la camisa blanca, del guardapolvo blanco,

 Caminante carismático, que en momentos mostrabas tu enojo escondido…

Siempre cuidando que sobresaliera esa carismática sonrisa.

Me acorde…

Un día, una preciosa niña llegó,

Llegó como perturbada y acongojada porque no se pudo cerciorar que no veía….

De repente  el ambiente se sintió el silencio y lo obscuro de la duda.

Momentos inesperados de saber como reaccionar,

De saber  las palabras precisas,

De tener las palabras apropiadas de dar una mala noticia….

Que difuso momento, cuando lo que más anhelas es dar buenísimas noticias.

Pero claro, la vida te da tantas pruebas,

Pruebas que debes saber como sobre llevarlas,

Y por sobre todo, como darla a conocer a los demás.

Caminante del gardapolvo blanco, siempre sonríe,

Siempre regalando un poquito de tú amor,

Regalando un poquito de tú paciencia.

Fascinado por cuidar nuestras vidas…

Como luz en todos los tiempos,

En todos los tiempos existieron seres leales a la vida.

Regalando su amor y la paz y por siempre la fortaleza de vivir…