¡Oh! Dulce amor, déjame escribir
sobre tu piel, la cifra de ternura,
déjame tornear la cerámica de tu cintura
estrechar tu amistad, tus días que otorgan luciérnagas.
Amor, una vez más, mi beso se diluye;
una vez más, abre tu vientre con justicia,
y los límites del agua sueñan
tu alta amistad llena de aventura.