ELEMENT FIVE

Desvelo

Me derrito en tus pasiones,

En tus besos de enjambre y de miel,

En tus dulces mejillas de nieve,

Que me lleva a llenarme de placer.

 

Tus manos entrelazan las mías,

En un valle de mieses sembrado,

En la oscura noche de diciembre,

En donde todo es felicidad.

 

Y recorro ese dulce sendero,

De tu amor de primavera eterna,

En el que sólo entre cantos de ensueño

Nuestra mente se transporta a lo eterno.

 

Y al posarte entre mi hospedaje,

Veo como tu cuerpo reposa,

En el jardín florido de sueños,

Que se crean al verte a lo lejos.

 

La distancia de poco se acorta,

Entre pasos que lentos son danzas,

De los dioses olímpicos que muerden

Las pasiones que aquí se derraman.

 

Tú me besas, y todo es eterno,

No es retrato, ni una fantasía,

Yo te veo tendida esperando

A que llene por siempre tus anhelos.

 

Y me tomas como a un fugitivo,

Me encarcelas entre tus manos tan suaves,

Yo recorro tu tierna mirada,

Mientras rozo tu cuerpo delicado.

 

Entre tanto desmayo por dentro,

Entre sueños que se verán cumplidos,

Cuando un sí de tu boca regrese

A mis fríos oídos celestinos.

 

Y tú cierras los ojos, descubres,

Nuestros cuerpos juntos en un templo,

Demostrando la gloria de vernos

Simplemente en mi espacio desnudos.

 

Todo es calma en aquel preciso momento,

Cuando entregas tu vida en mis manos,

Descubriendo con ello esos anhelos

De otrora de ayeres eternos.

 

Y musita la luna celosa,

Mientras cantos se escuchan a lo lejos,

Más yo me complazco entre el jadeo

Que es más dulce que el canto de un ángel.

 

Todo es calma, una briza serena,

En las afueras del trono celeste,

Que posee tu inocencia probada

Que esperaba ser arrebatada.

 

Y es precisamente en ese instante,

En el que sabemos lo que el tiempo

Sin premura nos tenía guardado

Para que felices contemplemos.

 

Ya no somos dos desconocidos,

Nuestras almas serenas por siempre,

Contemplan la obra de dulces pasiones,

Que nos hicieron ser uno sin sueños.

 

Y te juros que desde el momento,

Soñaré con tu dulce sonrisa,

Que descuelga después del momento

En que juntamos sagrado los cuerpos.