Solo Tú me acompañas,
solo Tú puedes pasar.
Abrázame Jesús,
ya no quiero llorar.
Toda la culpa es mía,
y lo acepto, no lo niego.
Te necesito en mi vida,
ayúdame Señor, yo te lo ruego.
Se que hice todo mal,
se que fui yo quien te fallé.
Me arriesgué, jugué con fuego,
como resultado me quemé.
Ten misericordia de mi,
y no escondas de mi tu rostro.
Hoy me rindo solo a ti,
ante mi rey me postro.
Escóndeme bajo tus alas,
no me sueltes jamás,
aún cuando quiera irme,
aún cuando quiera escapar.
Solo Tú sabes que es
lo mejor para mi vida.
Quiero hacer tu voluntad,
muéstrame la salida.
Con Jesús me encuentro,
en mi soledad.
Ya no me invade la angustia
en medio de la tempestad.