De mi canto
te dejo su alegria
y en la música
gentil de la palabra ,
el chasquido
de un beso
que despierta
en tu boca
y me levanta,
como pajaro
presuroso ,
cuyo canto
la tarde nos regala ...
Te percibi plena ,
tan calma
como la brisa
que rondaba ,
en derredor
del deseo contenido ,
suspendidos
tus ojos y los mios
en el columpio virtual
de la mirada ...
De mi canto
te dejo
este poema ,
acurrucalo
en las caracolas
de tus senos ,
y que se duerma
en la fragancia
de tu alma ...
Hugo López Penelas