Encontré un principito,
que me llenó de suspiros,
conquista mi corazón,
con cada uno de sus besitos.
Si bien no conquista un reino,
conquista mi corazón,
si bien no es el dueño,
él tiene el control.
Él posee un don,
de hacerme perder el control,
en cada segundo y beso,
llena mi vida de amor.
Quizás no tenga un castillo,
pero tiene un corazón,
lleno de sinceridad y afecto,
dispuesto a entregar por pasión.
De un cariño sincero,
él es merecedor,
de cada uno de mis besos,
él ya se adueñó.
Yo veo sus ojos,
y se refleja el corazón,
veo un cariño sincero,
pero a la vez hay temor.
Quizás ese temor,
sea por un dolor,
una herida abierta,
que aun él no sanó.
No puedo decirte que te amo,
pero sí que te quiero,
no puedo decir que me amas,
pero sé que algo estás sintiendo.