Son tantos los recuerdos, que en mi memoria guardo,
en las paredes del tiempo, y en el patio de mi alma,
recuerdos de mi infancia, con huellas en mi palma,
marcadas con zurriago, dolor y pan amargo.
Son tantos los recuerdos, que en mi memoria guardo,
en las paredes del tiempo, y en el patio de mi alma,
de fugaces amores, que turbaron mi calma,
con sueños e ilusiones, que vanamente aguardo.
Mas hoy, tengo en el alma, un jardín de claveles,
con mil juegos de niños, ahora río y canto,
cual hojas en el viento sobre blancos corceles.
Y un nuevo amor ya tengo, una flor, dulce encanto,
do atrás y para siempre quedaron las paredes
con recuerdos del alma, de penas y de llanto.
Iván Madueño Luján