Me siento solo alrededor de nada,
en derredor del círculo que cierro
para poder digerir pedazos duros
que la vida nos da en golpes de hierro.
Me siento solo,abruptamente lejos
de las siluetas móviles que hablan;
lejos de los rumores incendiarios
y lejos de los incendios bien planeados.
Me cuesta asirme, terco, a la mañana
y respirar las voces de los muertos
¡Qué soledad estéril la que siento!
¡Me siento aislado, sin percibir lo lejos!
¿Por qué los hoyos vacíos me atraen;
por qué lo fríamente duro y pétreo?
Me cuesta el silbo y la oración nocturna...
Me siento sólo, profusamente muerto!