Amor que tantas veces me has herido
sin condolerte de mis padeceres;
amor fantástico de mis ayeres
y deste tiempo en cuyo andar resido.
Amor que al gusto de tu antojo he sido
menospreciado entre tus menesteres;
amor verdugo de mis mil placeres
e institutor de mi existir sufrido.
Amor, amor ¿se te ocurrió el olvido
para entre el cúmulo de tus haberes
jamás contarme como bien vivido?
¿No fueron loables ni mis procederes
con cuales vine ante tus pies rendido
para que esclavo del dolor me hicieres?
Elmer Cortez