Acompáñame a vivir con la falta de tus besos,
A compartir esta sed que me mata a fuego lento,
Al desierto de mi boca ya que ya no siente el peso
De tus labios al caer en los míos de un intento.
Acompáñame a la ausencia de tus manos en mi cuerpo,
A gravitar sin saber en un limbo triste y abyecto;
A volar a este vacío paralelo entre el tiempo,
A la falta de tu piel, mi alimento predilecto.
Acompáñame a dormir en soledad en mi cama,
A tu cuerpo dibujar para recordar la llama
Con que ardíamos tu y yo con el deseo del que se ama,
Donde pasamos a ser yo tu hombre y tú mi dama.
Acompáñame a vivir esta muerte en plena vida,
Pues la ausencia de tu ser me ha causado una onda herida
Me ha mostrado ese sabor de la esperanza perdida
Que a mi alma marchito y la tiene aquí rendida.
Acompáñame a zurcir la herida en mi corazón,
La que sangra sin piedad y duele sin compasión,
La que abierta por ti esta y no le prestas atención,
Acompáñame a volver a rehacer la relación.