"A fuerza de no verte,/ de tantos versos dedicarte,/ antes sólo sabía quererte,/ ahora aprendí a extrañarte".
Hoy tuve de pronto un presentimiento,
Porque daban vueltas en mi pensamiento
Todas las letras de tu nombre, chiquilla.
Me asomé a la calle por decisión mía
Y comprobé como compruebo todavía,
Que es tu sol, tu luz siempre la que brilla.
Hoy recordé muchísimo todas tus fotos
Y supe que para nada en mí estaban rotos
Los hechizos que me hacían verte bella…
Viendo tus ojos, tu sonrisa y hasta tu pelo,
Me imaginé esta noche mirando al cielo,
Que seguro tendrías tu propia estrella.
Y no me equivoqué, era la estrella más linda,
La misma que solidaria cada noche me brinda
Lo más maravilloso que guarda su esencia…
Una estrella a la que le gusta mucho brillar
Porque sabe bien que en su paso suele dejar
Un olor divino que delata en mí tu presencia.
Hoy presentí que de ti iba a tener señales,
Que ya no podían los días seguir iguales
Sin que te viera siquiera asomándote…
Ya me veía sinceramente, si continuaba así,
Registrando el planeta entero por saber de ti
O bueno… al menos en México, buscándote.
Mi poetisa hermosa, inquieta, tan sensible,
Cada noche escribiendo y haciendo lo posible
Para dar lo mejor de lo mejor de tu parte…
Dejas impregnadas de palabras muy bellas
La vida de muchos como yo, que tus huellas
Hacen imposible que un día pueda olvidarte.
De muchos modos te llamé y fue “mi pequeña”
La expresión mía de la cual te hiciste dueña
Para nunca más en la vida dejar de serlo…
Tímidamente, mostrando tu noble corazón,
Al escribir parecía que eras dueña de mi emoción
Con tan sólo pedirlo, con tanto sólo quererlo.
Hoy digo con alegría luego de haberte presentido,
Que en la historia de mi vida tú ya has cumplido
Con el más especial y maravilloso papel…
Y te confieso aquí en privado, muy entre nos,
Que aunque bendecirte debe ser cosa de Dios,
Yo voy a pedirle hoy, que me deje hacerlo por Él.