Háblame de lo que quieras,
que yo te hablaré de amor,
que mis palabras insulsas
se llenarán del calor,
cobijado entre mi pecho,
donde fragua el corazón
en el yunque del deseo,
dándole forma y color.
Yo te hablaré de mis sueños,
recargados de ilusión,
apasionados, sedientos
por beber ese licor,
que en tus labios tú me ofreces
como cáliz del amor.
Te contaré mis proyectos.
Son muy simples… simples son,
toda una vida en quererte
ofreciendo lo mejor
de mi alma de poeta
y de hombre de corazón.
Esta tarde, junto al río,
yo me entrego tal cual soy,
con mi pluma y mi cuaderno
y me doy… como me doy,
a mi forma y mi manera,
donde se crece el amor,
que se desborda en caricias
con ese rojo color,
que nosotros dibujamos
como una puesta de sol.
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