Mi pueblo que sufre y derrama la sangre en
las colinas sin encontrar una luz en el camino,
quito el velo de sus ojos y ahora empuña la
espada de bolivar en los montes y llanuras con
los pies descalzos llenos de barros y de espinas,
van caminando juntos abriendo marchas del se puede,
van sonrientes con los sueños de libertad prendidos
en su piel, en sus ojos, y en sus cuerpos van llevando
el rio, el bosque, el mar fuera de aqui muy lejos
de aqui donde el dolor, las lagrimas, las heridas,
el silencio del silencio deje de ser una expresion
de vida y nos permita a todos mirarnos a
nosotros mismos y contemplar nuestras alegrias negadas,
reconocernos lo que somos, una expresion de Dios
y no un subproducto de otros que nos han diseñado
nuestros sueños y nuestros dolores.
La marcha esta empezando y con ella otras marchas
estan formando cadenas mas alla donde miran los ojos,
mas alla donde antes no nos atreviamos a mirar
porque el velo lo impedia, o la sombra opaca de
nuestros espiritus habia creado otros espiritus mas
fuertes que los nuestros impidiéndonos soñar y digerir
cada aliento cada suspiro de vida como nuestros.
La marcha esta empezando en los tugurios,
en el campo, en el taller de la grasa,
en la universidad del conocimiento,
en los trasnochados prostibulos,
en el corazon del mar,
en tu mundo y en el mio.
La marcha tiene pies de cobre y arena,
tiene campos sembrados de rebeldia
y amor, cantos de tu voz y la mia
brillos de esperanza en nuestros labios
y en nuestros corazones, el sentimiento
de ser libres y poder volar sin alas
sin cadenas ni grilletes que atornillen
nuestros sueños, tus pasos, tu sonrisa.
La marcha no tiene dueño
todos somos dueños
no tiene color credo ni religion
solo tiene un nombre:¡libertad libertad!