De tantas y tantas mentiras
con la que mi alma se apena
ya no me causan heridas,
me adapté al sufrimiento
de esta maldita condena.
No encuentro las razones
para tanta hipocresía
al pan pan y al vino vino
es la educación que me dieron,
yo no cargo con maderos
de cara a la galería
por que contando mentiras
de verguenza sufriría.
Una sonrisa en tu frente
una mueca por detrás,
¿no es una fatalidad...?
si la honradez perdemos...
¿con que cualidades quedamos
si no nos queda ni un gramo
de sincera honestidad?.
Es posible la sonrisa
aunque tu alma afligida
este repleta de heridas
por tanta vulgaridad
cuando el corazón doliente
con amor mira de frente
estrechando nuestros lazos,
con amor y humanidad.
Ángel Reyes