Diletante

SONETO II

 

Edad, facciones, prioridades, cargo

de índole noble en sociedad, bastaran

para disgustos que se te tornaran

en conveniencias de cariño largo;

 

mas como pasa que a mi buen encargo

no hay nada dello, -en lo que se fijaran

los ojos tuyos y en qué se extasiaran-,

toca pender de tu desprecio amargo

 

 y en esto dándose ni medio embargo

mi rostro en lágrimas que develaran

mares de angustia que por dentro cargo:

 

  no hiciera bien si a quienes mal reparan

en llanto ajeno a lo tal, sin embargo,

 mostrara el mío, aunque me lo rogaran.

 

 

 Elmer Cortez