¿Tañeràn las campanas de tu pecho
Para despedir mi último poema?
¿Qué dirá mi último poema?
¿Hablarà de bienvenida a la muerte?
¿Del miedo, de la tarde que dijiste te amo
En el cerro de la estrella?
¿Hablarà de cada instante de tu piel acaecido
En mis labios?
¿Que amè tu flor de sal y sus lunas negras tanto como su sabor?
¿Que tus senos me importaron más que el amor de mi madre?
¿Que fui estúpido y de tal forma te quise?
¿Què dirà?
¿Que amé con la intensidad del trueno e incineré varios corazones, míos y ajenos?
¿Qué viví en dos mundos?
¿Que reí como niño cuando debí ser adulto?
¿Que todo cuanto leí me importo un comino y sirvió para un carajo?
¿Que fui disperso, obtuso, engreído, irónico, blasfemo y contradictoriamente inverosímil?
¿Qué robé , mate, viole ilusiones?
¿ Que mentí?
¿Que me negué a una verdad universal?
¿Que quiero vivir más, hasta estar seguro de que quiero irme ?
¿Que bebí tratando de encontrar respuestas?
¿Que encontré respuestas tratando de dejar de beber?
¿Que amè a Dios como a un hijo alcohólico?
¿Que dispuse mi corazón para no intentar cambiar al mundo y lo deje equivocarse?
¿Que doné mis órganos: corazón a las aves, hígado a la ciencia y cerebro ¡ah! Que el cerebro propuse que fuera buscado?
¿Que al único poeta que verdaderamente amé fue a Whitman por que fue el único que se interesó por mi? (“¿Qué ves?”me preguntó “Estoy contigo”, dijo)
¿Què dirá el tuyo, poeta? ¿sabes?
De algo estoy seguro... la mencionarè.