Poesía desprovista de encasillar,
carente de preconceptos inútiles,
vacía de lo que sobra para tirar,
poesía simple, nacida de virtudes.
Poesía que no escupe con idiotez,
que no se vicia fomentado basura,
que es carente de poca madurez,
poesía que es propia de mi fortuna.
Poesía consumida por el empeño,
ausente en la imagen de lo vano,
inerte a los mensajes del infierno
e imperfecta, porque soy humano.
Poesía que no tilda ni ejemplifica,
que no es la más perfecta ni peor,
no pide los cielos ni ser la mítica;
poesía que une al amor y al dolor.
Poesía libre de cárceles y dogmas,
libre de opresión, muerte o ideas,
de todo lo que envenena y ahoga;
poesía sin miedos, a mi manera.
Vito Angeli