Anoche colgué una escala
desde el cielo a tu ventana,
para que tus sueños salieran,
paseando en madrugadas.
Y tus sueños se vistieron
con su uniforme de gala,
para rondarle a la luna,
luna llena eclipsada,
del rojo al blanco color,
pasando por el naranja.
Y cargaditos de estrellas
regresaron a tu alma
para dormirse de nuevo,
esperando a la mañana.
Anoche colgué una escala
desde el cielo hasta tu cama,
para dejar mis caricias
envueltas entre tus sábanas
y mis besos en tu boca
con mis manos como almohadas.
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