SOY LA TARDE
La hoja está quieta, sobra.
Sostener la copa de la muerte.
Olvidar las esencias de siempre:
el café, el saludo materno,
la seguridad del otro,
la presencia de voces y de existencias...
y sin embargo...el terror,
esa angustia tan propia,
tan de todos...tan íntima,
tan solitaria...
¡Qué soledad! ,¡ Dios!, ¡ Qué soledad!
La hoja espera caer...
¡ Lejano se escucha el canto,
cuando llega la tarde!
Y se hace cada día más profundo
Como la tierra solitaria
del oscuro cementerio.
¡Todo es gris!
Soy la tarde,
el vendaval en el horizonte.
Soy mi profeta,
mi destino.
Soy el único mensaje,
la última mentira.
Y cuando llega la tarde...
La vida
se hace recuerdo.
Gerardo Barbera