Oh, río grande,
amigo mío,
aguas azules
de cielos limpios,
soy Capitán
de tus latidos,
con quien comparto
tu poderío.
Aquí navegan
-libre albedrío-
mis sentimientos
de amor henchidos.
Busco en tus aguas
viejos brebajes,
donde lavar
el equipaje
de esta mi vida
-peregrinaje-
tras un proceso
de aprendizaje.
Yo te pregunto,
amigo mío.
Tú me respondes
con poco ruido,
con tus palabras
como suspiros.
Llegan caricias
hasta tus aguas,
vienen de lejos,
de la distancia.
Aguas mojadas,
besos del alma,
son tus riberas
labios de plata.
Todo me ayuda
entre mis sueños,
besos, caricias
y abrazos tiernos.
Vienen despacio
desde muy lejos.
Soy Capitán
de este navío,
que quiere amar
desde mi río.
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