CALÍGULA

* * * La filigrana de Terán

 

Hermosa y delicada la silueta,
encapsulada en la memoria mía;
apenas un susurro en el viento
trae un aroma, nunca olido, ni aspirado...
y lo suave de ese beso apetecido
por mi boca ansiosa de sus mieles,
carcajadas de distancia crueles
se vacían en mi cara por la pena,
haciendo de mis lágrimas cadenas
luctuosas de diamantes irrompibles,
que me atan el alma y la vida,
y me sumergen toda hacia el ocaso.

He perdido al menos un segundo
después que mi corazón ha sucumbido,
mi cuerpo se enfría poco a poco,
estoy a punto de abandonarme y ser olvido,
mas una luz repentina me conmueve...

Un embrión respira lentamente
en el ángulo tenaz de la inconciencia,
olvidado de esperanza y paciencia,
y arrullado por el canto de la muerte
en el vientre de su madre se ha dormido…

Su sonrisa hoy enciende limbos

por las manos sangrientas de un cobarde
que, disfrazado de destino,

juega a ser Dios sacrificando cielos.


Entra por la puerta una Luz, 
que abrazo tan sonriente por la espera,
las maquetas que con sus manos ha creado,
llenas de sueños de colores...
La dulzura de su beso en mi mejilla
corta mi cara y nacen lirios,
y mis ojos en los suyos -la esperanza-

se iluminan de doradas luciérnagas…


La risa de tres hoy canta y danza…
que brotan mieles de las fieras…
Sí, caminemos juntas de la mano,

afuera en el huerto hay luna llena.