Y lo dejé partir
mientras permanecía
en silencio mordiendo las palabras
para que no me delataran.
De repente...el cielo se pobló
de cientos de gorriones de papel
cargando sobre sus alas
los gritos silentes de dolor...
! Ay pobre de ti ángel de cera !
que no pudiste defender mis sueños...
Ya no brotan azucenas de mi boca...
solo el amargo vómito
que expulsa las ilusiones
y con ellas... unas manos vacías
que el come sueños se ha llevado
dejándome sin ganas...
Fay Sebille
16-06-2011