Nunca se ama más
que cuando se ama en silencio… Y es el amar, así de lejos, extraña sensación del cuerpo acercándonos a la persona para volar a su encuentro. Y ese verle, tan efímero, y ese notar, aún más dentro, tu corazón palpitando junto al suyo mas sereno. Y esa lágrima por la ausencia. Y esa otra en el reencuentro. Y aquella que siempre surge, cuando escapa el último beso. Nunca se ama más que cuando se ama en silencio… Ese cerrar lento tus ojos para oír su voz declamando, el soneto que aquel día escribiste en sus labios. Ese desconocido miedo jamás antes sentido, porque nunca habías amado hasta dolerte los sentidos. Y ese escapar entre noche para abrazarte a su libro. Y ese... ese sentir en su firma tu nombre bajo el suyo. Nunca se ama más, que cuando se ama en silencio. Ese silencio que protege… El altar de los secretos.