Hay madre que yo quisiera
con ansia beberle el alma
para después despacito
reflejarlo en la mirada.
Que ensombrece el corazón,
amor que quita y que mata
amor que siendo tan puro
me enajena y me desgarra.
Con una fina cadena
y una cinta seda y grana
como regalo quisiera
dedicarte mil palabras
y decirte en un poema
de esos que hielan el alma,
que te quiero, que te quiero
desde la noche hasta el alba.