Hasta las palabras se quedan cortas,
Cuando se trata de él.
No existen segundos ni horas,
Cuando se pasea por la calle Cincel.
Ésto, para mí, es nuevo,
Escribir antónimos de hiel.
Es que él es mi dilema favorito.
Convierte lo triste en miel.
Pintar, de invisible, necios que dicen adiós,
Besar, apetecible, en todos los andamios.
Esperar, condenable, abrazos para los fríos.
Juntar , apacible, nuestros cuerpos recios.
Dos locos en una sola unión.
Que aunque mienta, le soy sedienta.
Dúos, piel con piel, a cappella de pasión.
Que explique, por qué tienta que revienta.
Buenos gustos, con increíbles sabores.
Hermosos besos, de felices colores.
Perfectos momentos, de inefables callares.
Sentimientos compartidos, de quereres indelebles.