Armando G.

Cuando un padre se va

Sabes viejo,
te fuiste cuando más te necesitaba,
me dejaste con solo dieciocho años
en medio de la nada,
me perdí tu compañía, los necesarios consejos,
el día de tu partida
muchas preguntas quedaron sin respuestas.
 
Me perdí,
la charla cómplice de padre a hijo,
el aviso ante el peligro,
cómo salir de muchos líos,
cómo conquistar a la chica
que rehusaba salir conmigo.
 
Dejamos inconclusas
anécdotas de la vida,
salidas, copas, amigas,
alguna que otra maldad,
recuerdo cuando reías
 por lo flaca de mi novia.
 
Han pasado muchos años,
quizás demasiado separados
“coño” ,viejo
te he necesitado
mucho más de lo esperado.
 
Ahora,
cuando doblo los cincuenta
pensando en la lejanía,
he perdido muchos recuerdos,
las imágenes se vuelven borrosas,
pero no te olvido, mí viejo.