Lissi

A MI TATA QUERIDO (prosa)

Le conocí muy niña entre frutas, gallos y gallinas; las que cuidaba con esmero.  Se gozaba de cada cacareo, pues era la señal que le decía  ¡hoy recogerá muchos huevos!  Y aprendí  a cuidar de los polluelos y a saborear bigotes de espuma blanca, huella que dejaba la leche que con sus habilidosas manos obtenía de aquellas vacas canchonas.

 

Abuelo de mi infancia, yo recuerdo su elegancia al posar para aquel retrato que quedó en la estancia como testigo de su paso por esta tierra, de la cual obtuvo buenos frutos. El fue recíproco con la naturaleza, porque protegió manantiales y árboles frutales para alimentar a tan numerosa prole que constituyó su gran familia.  Gracias Tata por entregarme sin saberlo ese amor por la tierra…la vida misma de este aire que respiro.

Lissett (para mi abuelo siempre fui Luisa)