joaquin Méndez

CARTA, DE AMOR A MI PRINCESA.

Despiertas  mi alma

 con tus labios,

y escucho el violín

 de los sueños,

 y la dulce melodía de tu risa loca.


Se me agolpan las palabras  que nunca te dije.

Si, si…mi alma, esta callada,

esperando tus caricias,

las caricias de tus suspiros,

las caricias de tu aroma,

esas  que deja el eco de tu violín…mágico y enbriagador.


Se marchitan las rosas,

en el jardín de nuestro amor,

amor lejano y mudo,

 como mudo  que da el corazón,

que envejeció amandote,

como yo te amo a ti.


Se desatan los delirios y las locuras

 entre besos ausentes,

que quedaron

 a medio camino

entre tu boca y mis labios.


Escucho esa música

tan limpia y pura como tu amor,

la que endulza mis recuerdos 

mis pensamientos

cuando te pienso y te extraño

Te amo tanto y te idolatro,

que lo divino es poco

comparado con tu inalcanzable e imposible

pero celestial amor que me domina.


Solo en la eternidad

podría saciarte de este amor

sublime y volcánico

para llenar tu cuerpo

de tempestades amorosas,

que solo tus besos y tu mirada

puede calmar y apaciguar

esta furia  ansiosa de amarte.


Solo tus brazos

pueden quitarme la libertad

de amarte en la distancia

esa distancia

que nos mata de impaciencia

y aumentas nuestros deseos

de amarnos y tenernos, eternamente.


 

Autor Joaquín Méndez. 19/06/11.

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