MARÍA DEL MAR

CONCIERTO DE LUNA

Calla, guitarra,

que está durmiendo mi niña Luna

y los sueños de mi fortuna

se van a despertar.

 

Silencia, guitarra, tu canto.

Quiero oírla respirar

y en su palpitar, besar

el beso que dejé en sus labios.

 

Anoche, guitarra mía,

dibujó una corona el cielo

y al prenderse en su pelo,

la noche manto lucía.

 

Llovió, guitarra, llovió...

Llovió agua bendita,

dejando en la tierra escrita

su total bendición.

 

Y todo fue tras un “Te quiero”.

Todo fue tras aquel beso.

Todo fue, guitarra, ensueño

y no lo quiero olvidar.

 

Quiero seguir siendo el lucero

que le dé luz cada noche

y montaña que la esconde,

guitarra, al clarear…

 

Creo que está despertando.

Guitarra... Espera un momento.

Las manos pídele al viento

y que se acople a mi cantar.

 

Y si no vuelvo, guitarra,

habrás de templar sola tus cuerdas

 y, a la aurora,

un concierto hacer sonar.

 

Tú sabes cual yo quiero.

Guitarra... Me voy, no espero.

Mi niña Luna despierta.

De la montaña se aleja.

He de vestirme de lucero

y con mi estela alumbrar

la vereda del sendero

que hace camino… Al amar.

 

¡Un beso, guitarra, me voy!

Dile al viento, compañera,

que taña su mano derecha,

y con la izquierda, fije acordes...

¡El concierto ha de empezar!.

 

Escucha guitarra...

Ya está aplaudiendo la mar