Te busqué en el baúl de la añoranza
encontré sin querer mi desconsuelo
indagando por fin sobre aquél suelo
un sin fin de locuras y bonanza.
¡Cuántas cosas hallé! Sin esperanza
y se han ido muriendo en su desvelo
una de tantas fue: mi loco anhelo
de volver a contarte ya mi andanza.
Pero te fuiste como una seca hoja
que el viento desmorona –pisotea-
pero dejaste en mí clara congoja
y, atranqué el baúl que me deshoja
para que así el recuerdo nunca vea
como esta incertidumbre en mí se aloja.