Hoy me dieron ganas de volver a escribirle,
ganas de seguir con ella más tiempo,
hasta cuando se caigan las estrellas
y el sol ya no brille.
Y cuando las ganas de escribirle se vayan,
que solo sea cuando el reloj marque la hora
del momento que este feliz con ella
y así de sonrisas mi corazón ya no llora.
Como mi obstinada rutina de escribirle,
como le guardo luto a su presencia si no se ha ido,
extrañarla y escribirle
aunque su presencia no haya desaparecido.
Volvieron a darme ganas,
ganas de ella,
ganas de volver a escribirle,
tal vez por su ausencia, termine hoy el licor de mi botella,
tal vez así en mis lagunas, pueda besar los labios de ella.
Hoy me dieron ganas de volver a escribirle,
aunque mi prosa, no le de a ella mayor cosa
y siendo mi reacción de alguna manera una quimera monstruosa,
juro que esta es la ultima vez, que entrego a alguien mi poesía valiosa.