¡Nunca podre entender al amor!
¡Señor! ¿Por qué?
¿Por qué mientras más amo,
menos amor me dan?
¿Por qué no encuentro ya
ese amor que me corresponda,
para entregarle
tantas toneladas de ternura
que llevo en mi alma
y en mi pecho guardado para ti?
¿Quién eres tú?
¿Dónde estás?
¿Por qué? no llegas a mí.
¡Te estoy esperando! (Lloro)
Ven a mí,
¡Por Dios ven! (Suplico)
Rózame con tu piel,
lléname…de vida,
de una nueva vida,
en la que allá,
ríos, mares océanos…de amor,
donde yo, pueda bañarme
y purificarme en ti.
Te llamo en sueños, (no miento)
No te conozco,
pero te amo, ¡te amo!
¡¡¡Te amo!!!
¿Cómo serán
de dulces tus besos?
¿y el calor de tu cuerpo?
¿Y tu boca?
¿De qué color son
tus ojos,
azules, negros, grises,
color miel, verdes, celestes
como el cielo, como mi cielo,
¡Tú!
Eres mi cielo.
¿Y yo?
¿Que soy yo?
¿Un mendigo?
¿Un pordiosero
Que va pidiendo amor, a gritos
pero que nadie lo escucha.
Soy un bondadoso
que quiere donar…
amor mucho…amor,
pero que nadie lo necesita.
no sé,
pero,
todos los días,
todas las noches y madrugadas,
al alba, al atardecer, al salir el sol,
cada hora, cada segundo,
cada décima…de segundo,
me hago,
esta pregunta,
pero nunca…hallo la respuesta
Autor Joaquín Méndez. Reservados todos los derechos. 20/06/11.