Me paro minucioso a contemplarte
dada insistencia de mi amante pecho
que en admirándote me da el derecho
de hacer pretexto para idolatrarte.
No estuve a punto ni de conquistarte,
ni aún estoy; pero el amor es hecho
para amplïarse cuando el bien estrecho
es cosa muy de la ilusión aparte
y yo soy uno que acostumbro amarte
sin ni la grisma del menor despecho
que me acongoje en lo total o en parte
que me disocie del feliz provecho
que, cuando acudo a tus pies bajo el arte
de contemplarte, a la sazón cosecho.
Elmer Cortez