EL ALMA Y SU DIOS
El alma desencantada le dice al que la creó:
-¿Por qué me diste éste cuerpo, cuerpo de muerte y dolor?
Y el que la creó la mira con profunda compasión
y le responde a su amiga, al alma que el creó:
-Si el grano de trigo no muere, no podría germinar,
como lo hace en flor de trigo y otros granos poder dar,
asimismo el sufrimiento purifica al corazón
y el dolor es la herramienta que te acerca a tu creador.
Asombrada vuelve el alma y pregunta nuevamente
-¿Por qué hay tanta maldad e injusticia entre la gente?
Y el que la creó sonríe y le dice tiernamente:
-El trigo con la cizaña juntos tienen que crecer
hasta que llegue la siega y el sembrador haga arder,
la cizaña que le estorba y el trigo tome con él.
Asimismo el mal y el bien en la tierra crecerán
y llegará el creador a destruir la maldad,
mientras tanto la injusticia no se podrá terminar
hasta que el mal aun exista no podrá el bien reinar.
Y el alma trae otro asunto y vuelve a replicar su queja:
-¿Por qué es que el hambre y la guerra van destruyendo la tierra?
¿Y por qué gente inocente muere sin querer volar
y hay familias desunidas y niños sin un hogar?
Y su hacedor le contesta con un tono angelical:
-Lo que pasa es mi niña/ que está el odio y el egoísmo
y el no amar a tu prójimo solo te lleva al racismo.
Y el hambre es el producto de tanta desigualdad,
el hombre pone barreras en su vil mediocridad.
La pasión por controlar, la ambición por el poder,
esto es lo que trae las guerras y las muertes por doquier.
Por eso gente inocente se mueren por tal acción
Y hay familias desunidas por causa del desamor.
Y al apartarse de mi y seguir en la maldad
es lo que mata al planeta y pierde a la humanidad.
Sé que miles de preguntas tú tienes sin contestar,
no soy yo quien tenga culpa de esta horrenda sociedad,
¡Pues si me dejan a mi, como bien y paz tendrán…!
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