Y entonces amor existo indefiniblemente… tu nombre sale de mi boca como una llama etérea, con cuerpo y sabor de adicción irrevocable. Así, arde todo a mí alrededor, arde mi casa, arden las sombras, arden las personas, arde la luz, mi cama ausente de ti. Existo, en estos incendios en que solo te menciono, a ti, nada más.
LRL
20-6-2011