Te amo sin saber cómo,
Ni cuando…
Pero si, desde el crepúsculo,
Hasta las estrellas brillar…
Pues, así es mi realidad,
La espera no es tan larga,
Cuando tú respiro siento llegar,
Y el viento mi lejano mensajero,
No me ha de engañar…
En el muelle de tu mar estoy,
Dejando a merced del viento,
Un pequeño avión de papel,
Solamente esperando,
Que algún día,
Sin importar donde valla la brisa esta vez,
Recibas este mensaje,
De mi amor por ti mujer…
Realmente,
Ya no importa cuánto escriba,
Ni donde, ni hasta cuando…
Porque sé,
Que no harás de estas palabras,
Tu motivo principal,
Para entablar un pequeño altar,
Donde pueda dejar,
Todo este amar…
Si esta vez no te puedo ver,
No sabes cuánto es lo que desfalleceré,
Porque eres la única,
Que no lo puede ver…
Eres tan triste silencio,
Dolorosa melancolía,
Que es lo que siempre me deja,
Tu indiferencia baldía…
No soy especial,
Ni mucho menos artificial,
Solo soy una persona normal,
Que busca de manera distinta,
Tocar el corazón,
De esta pequeña princesa,
Que da vida a mi canción…
Tienes un corazón tan grande,
Que el mundo aún así no es suficiente.
Una fortaleza tan admirable,
Que ya es glorificable.
Una belleza tan inigualable,
Que no es demostrable.
Y una sonrisa para brindarme,
Un momento no explicable…
Sé que no sabes,
Que no me hace falta dormir,
Para soñar que te puedo ver,
En el cielo y en mi escribir…
Todo esto puede sonar loco,
Pero solo es el momento,
Donde puedo describir,
Lo mucho que me das,
Para poder sobrevivir…
Sé que mis palabras no te llegarán,
Pero quiero que sepas,
Que en la inmensidad de este universo,
Existen estrellas,
Que no brillarían si no es por ti,
Y que en el silencio de este escribir,
Estas haciendo latir,
Un corazón que estaba a punto de morir…