Mi papá murió un 23 de abril, el día en que murió Shakespeare, Cervantes, Teresa de la Parra y quizá otros mas, yo que hablaba del vacío, jamás había sentido su literalidad, hasta que vi como el se lanzaba sin aviso hacia su inmensidad, no se si lo vi aterrizar en su paz, o lanzarse hacia mi infierno.
Quiero violar una regla, la de guardar silencio, ha pasado un tiempo, para mi la eternidad, tengo quebrantada el alma en ausencia, redirecciones de demencia desde que ya no esta, tengo un luto para toda la vida, de palabras que murieron sin haber sido dichas, de adioses y bienvenidas que se quedaron en mi andar, de fechas que no compartiremos, de abrazos que no di ni daré, de besos que le negue por llevar dentro el enemigo más infalible del corazón humano, el rencor, y es que siento ¡TANTAS COSAS! que ni se señores por donde empezar.
Escribo para pedir disculpas principalmente a mi Mama y a mis hermanas, cuatro hermosas mujeres que día tras día cautivan mi corazón, por querer hacerme un fuete ante tanta compasión, por si en mi ausencia de alma me necesitaron, por no doblarme de alegría en cualquier celebración, por sentirme culpable de no haber nacido varón y protegerles, en fin ¡Discúlpenme!, por no darles mas amor, pero las amo con una profundidad que socaba a cualquier pecho en cualquier dimensión.
A mis amigos por tanto encierro dentro de mi, por mi negatividad ante todos y la vida, por mi no sonrisa, discúlpame Andreina por no ir a tu graduación, por tanta depresión deprimida por mí, por hacerlos pasar por esto, que al fin y al cabo no les tocaba vivir, por el cáncer de memoria, por las lagrimas inoportunas, por la tristeza esparcida en cualquier lugar que visitaba, por el desaliento, por mi presencia ausente. Lamento muchísimo haberme perdido de sus vidas, esas que tanto me importan y de las cuales me olvide por egoísta, lamento no regalar mi compañía si en algún momento hizo falta, hoy estoy aquí, dispuesta a ponerme al día.
Quiero escribir, porque entendí que escribir golpea mas que la fuerza, y los golpes nos ablandan, como el mazo a la carne, nos hacen más vulnerables, sentimos más. ¡Quiero que sientan, que vivan, que sonrían, que vayan al teatro, que lean un buen libro! ...Que ustedes también se disculpen, se reconcilien entre sí, amen sin medida, rían sin parar, lloren si lo necesitan, que compartan conmigo eso, eso por lo que somos humanos, líbrense de rabias, de rencores, de sentimientos oscuros que de nada nos sirve, que nos ensucian el cuerpo.
Pido disculpas al mundo, por mi actitud ante la despedida de mi papá, no estaba lista para verlo partir así, porque aunque no lo crean a veces pienso que partí con él, y que sabiendo que la muerte forma parte de la vida, la muerte ajena duele tanto que uno se siente desprendida de la vida, emberrinchada con el destino, disocial. Discúlpenme si me veían distraída con el viento es que sin querer queriendo siento que es el a quien respiro, no me señalen si me ven alguna vez hablando sola, ni si me duermo bajo la sombra de algún árbol, es así como lo encuentro, no me juzguen si me aparto mirando al cielo, lo estoy buscando, porque... ¿saben algo? cuando parte alguien a quien amamos, el cielo deja de ser parte de la atmosfera, se vuelve tan de nosotros, su significado cambia, y yo por lo menos recuerdo con frecuencia lo que papá una vez me pregunto siendo muy pequeña; ¿Estefanía, cuál es tu color de cielo preferido?, jamás supe que responder, jamás hasta que él se fue, y si pudiera responderle le diría; "Papa, mi color de cielo preferido es el que se refleja en tus ojos".
No escribo para ganar simpatía, escribo para ganar las disculpas, de la gente que amo, y siento que he perdido, esas que tanto necesito. Ya me disculpe conmigo, por no haberle ayudado como quizá pude haberlo hecho, por no pasar mi mano por su espalda en sus momentos de rabias, por gritarle cuando lo que necesitaba era mi apoyo, por darle la espalda al problema que a tañaba a mi familia, por no ponerle el punto final con mi sonrisa a la tristeza de su vida, me disculpe con la vida por los reproches, por maldecirla, por no vivirla.
Mi papa se separo de mi un 23 de Abril del 2011, me heredo la tristeza más grande que se puede palpar y un sentimiento de culpa, del cual me desprendo por animo propio, por la intención de amar a mi familia con todo mi ser, de amarlo a él desde su otra presencia como decidí llamarlo, nunca lo tuve tan lejos, tan inaccesible, pero tampoco nunca lo sentí tan cerca.
Gracias a todos por su apoyo, por su comprensión, por tanta paciencia.
PD. Si alguno de ustedes se marcha antes que yo, por favor díganle, que lo amo en demasía.