Cae el polen en el jardín de mis ojos
y el verde retoña
se cubre de vida
mis opacas pupilas
con rayos de luna y sol.
Entierro las manos
en el azul hechizo
y vuelvo a creer en la magia
del efímero ocaso.
Me abrazo a la siguiente espera
como un iluso
y se pule el brillo cansado de mi boca
todo
cuando tú sonríes.